¡DUERME EN LA CAMA DE TRUJILLO! | La historia del histórico hotel Nueva Suiza, Constanza
- Kiskeya Life
- Sep 12, 2021
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Un elefante blanco es un tipo poco común de elefantes, y realmente no son completamente blancos sino más rosados, a los cuales cubren en ceniza blanca. Por su rareza son a veces considerados algo sagrado. Existe la leyenda en Tailandia de que un rey le regalaba un elefante blanco a un súbdito cuando no estaban satisfechos con él. Eso era una ruina segura, ya que solo significaba gastos y ningún beneficio.
Hoy se usa la expresión para hablar de edificios que no tienen ningún uso y solo gastos, y el dictador Trujillo le dejó varios elefantes blancos a la República Dominicana. Edificios en todas partes de la isla que tenían su uso en los tiempos del dictador, pero ya están en desuso y decayendo, como el Hotel Montaña en Jarabacoa y el Teatro Agua y Luz en Santo Domingo. Están bajo el cuidado del gobierno, el cual en muchos casos tiene dificultades por varias razones para darles uso -- solo tienen gastos y ningún beneficio.
Uno de los pocos elefantes blancos que está tratando de tener una segunda vida es el hotel Nueva Suiza en Constanza.
Trujillo siempre estuvo enamorado de Constanza, probablemente por su similitud en temperatura a Europa, por lo cual no sorprende que le hayan puesto el nombre Nueva Suiza al hotel.
Fue inaugurado el 19 de junio de 1954. Constaba de 56 habitaciones y su construcción estuvo a cargo del ingeniero Antonio Molina Morillo. El diseño recuerda mucho al estilo Bauhaus, el llamado “estilo sin estilo''. Fue parte de una serie de construcciones hoteleras que el estado emprendió en varios lugares del país en los años 50.
La construcción tuvo un costo de RD$1.0 millón o US$1.0 millón, ya que en esta época la moneda dominicana estaba emparentada con el dólar estadounidense. Eso significa que 1 millón de dólares o pesos en 1954 equivalen alrededor de unos US$11,000,000 de dólares o RD$625,000,000 de pesos en 2021.
Se dice que el mobiliario del hotel fue mandado a hacer a Italia, país de donde provenían también su cristalería y lencería. Durante la era del dictador el hotel fue sin dudas unos de los lugares más prestigiosos del país, solamente apto para la clase alta y trujillista. Fueron innumerables las fiestas y recepciones que tuvieron lugar aquí. Además, queda a pocos minutos del aeropuerto, por lo cual fue usado mucho por los oficiales militares.
Fue después del ajusticiamiento que el hotel comenzó a llegar a ser un elefante blanco.
Con el país en caos y tratando de recuperarse de la dictadura, los lujos del dictador llegaron a ser nada más que símbolos de su tiranía. Muchos solo existían para el ego del Jefe y no reportaban ganancia, por lo cual sin el patrocinio de Trujillo, no tenían razón de ser.
Por un buen rato el hotel trató de mantener su estatus. Cambió de dueños y fue remodelado varias veces, pero con los años perdió importancia. El hotel tenía una piscina propia que quedaba un poco alejada del hotel mismo, porque estaba a lado de un río que la alimentaba, pero durante el huracán David en 1979, el río arrasó con la piscina.
Para finales de los 80 el hotel llegó a estar abandonado por unos 30 años, un elefante blanco con vista a Constanza. Luego de varios años de consulta se convocó al proceso de licitación y se llegó a un acuerdo con la compañía Golden Stars Hotel & Resorts, la cual se encargó de devolverle el esplendor al hotel, con un toque histórico.
DJ, por favor música de la época...
La renovación comenzó antes de la pandemia y sigue en pleno proceso, pero ya es posible visitar el hotel y quedarse en algunas de las habitaciones, incluyendo las áreas personales del dictador, comenzando con su entrada privada al hotel.
Para evitar ser visto o tener que ver a los otros huéspedes, el ingeniero Antonio Molina Morillo diseñó el hotel de una manera que le permitiera al dictador salir de su carro y entrar desapercibido al hotel en solo unos segundos por este pasillo directamente a su habitación.
La habitación de Trujillo está incompleta ,pero si alguien realmente quiere ya puede quedarse en ella, aunque sea por la experiencia de haber dormido en la habitación y cama de Trujillo y tomarse unos selfies.
Más de la mitad de las habitaciones todavía están en remodelación. Se nota que todo está en movimiento y en proceso. Pero varias habitaciones están disponibles, en particular las que tienen vista a Constanza. El estilo en todas es de los 50 y 60, a propósito, no en honor del dictador, claro, sino en recuerdo de la época. Lo único que nos recuerda a Trujillo es su habitación, el resto del hotel se enfoca en las memorias de la historia del país. Pero si hay un personaje que sí está siendo recordado, no es Trujillo.
Aunque está sin terminar, el hotel ya está recibiendo clientes, y ya es un lugar popular para visitar. Por estar en proceso de renovación, los precios de estadía son muy cómodos, algo que podría cambiar cuando sea aún más popular.
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