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¿Los Taínos creían en JESÚS? | Cómo los evangelizadores Católicos cambiaron las creencias taínas

  • Writer: Kiskeya Life
    Kiskeya Life
  • May 1, 2024
  • 9 min read

Y si las historias que nos contaron sobre los taínos no fueron toda la verdad. ¿Qué pasaría si te contara que las antiguas creencias taínas han sido objeto de una distorsión sistemática? ¿Qué ciertas personas y organizaciones en la historia intervinieron en la narrativa taína modificando la esencia de sus mitos y transformando sus leyendas? Exploramos el relato de cómo las interpretaciones históricas sobre los taínos han sido modificadas, a veces por motivos ocultos, en lo que parece ser un proceso que ha alterado profundamente nuestra comprensión de la conquista espiritual de América.

La Leyenda y Los Mitos

En el principio, solo existía la diosa. Para llenar su oscura soledad, creó a Yuku y Wakar para ayudarla. Yuku era muy inteligente y talentoso, mientras que Wakar era tímido y envidioso, y se aisló de todos. El entusiasta Yuku se puso a trabajar de inmediato para construir el universo. Primero, despertó a la tierra de su profundo sueño, y exantes bosques verdes crecieron, majestuosas montañas se elevaron y poderosos ríos fluyeron. La tierra cobró vida, pero todavía había oscuridad. Así que Yuku creó a dos nuevos dioses, llamados Buel y Maroya. Buel se convirtió en el brillante sol, irradiando su luz sobre la Tierra, mientras que Maroya se convirtió en la suave Luna, haciendo que el cielo nocturno resplandeciera. Aun así, sentía que faltaba algo en los cielos. Mirando a su alrededor, vio cuatro gemas coloridas en el suelo. Las levantó y las lanzó hacia el cielo. Mientras volaban, las gemas se transformaron en las primeras estrellas. Pero la tierra aún parecía vacía. Así que Yucahu les dijo a los animales que salieran de sus cuevas y bosques, y los animales llenaron la tierra de vida. Yucahu se sentó sobre su trono en la montaña El Yunque, desde donde podía observar su creación. Se dio cuenta de que faltaba algo. Así que Yuku abrió un agujero en el cielo. Un hombre llamado Loco se precipitó a la tierra. Loco exploró feliz este maravilloso nuevo mundo, y todas las noches miraba las deslumbrantes estrellas y susurraba gracias. Estaba muy agradecido con Yucahu y Atabey por este hermoso hogar. Y con eso, dejaron su hermoso nuevo mundo en manos de la Humanidad, ¿ya te diste cuenta de algo aquí? Intenté contar la versión más común del mito de la creación de los taínos según los cronistas de aquella época que conocieron a los taínos, pero ¿te resultó familiar la historia? Una madre creadora, dos hijos, el primer humano. Atabey es comparada con la Virgen María, Yucahu podría ser visto como una figura similar a Jesús, Kakar se asemeja un poco a Lucifer y Lo Cuuo sería como Adán. A menudo se enseña que existen similitudes entre las creencias taínas y las cristianas. Por ejemplo, el Padre de las Casas, el más grande defensor de los taínos, escribió que la gente de esta isla, La Española, tenía cierta fe y conocimiento de un verdadero y único Dios, inmortal e invisible, a quien nadie puede ver, que no tenía principio y cuya morada está en el cielo. ¿Cómo puede ser que los taínos, que vivían tan lejos de Europa, tengan creencias parecidas a las del cristianismo? Bueno, existe una rama de la antropología que estudia este fenómeno, llamada Antropología Comparativa. Y hay muchísimo material al respecto, porque podemos expandir esas similitudes a otros mitos también. Por ejemplo, se podría argumentar que Yucahu no solo se parece a Jesús, sino también a Thor o Hércules, figuras de diferentes culturas y religiones. Sin embargo, al investigar estas similitudes, me di cuenta de que existen dos puntos de vista: los que afirman que estas similitudes son reales y los que sostienen que estas similitudes son manipuladas. Yo personalmente siempre quería la existencia de estas similitudes, pero entonces me di cuenta de que en el caso de los taínos, esto no tenía lógica. Padre Las Casas, por ejemplo, afirmaba que los taínos creían en un Dios que vive en el cielo, pero hoy sabemos que los taínos no creían en un Dios único ni en el cielo. Entonces, ¿mintió Padre Las Casas? Un antropólogo en ese contexto utilizó la expresión "lente católico", y ahí se me prendió una luz. Resulta que los cronistas que conocieron a los taínos, como el Padre de las Casas, Ramón Pané, Pedro de Córdoba y otros, pretendieron que los taínos creían ciertas cosas, aunque no fueran reales. En lo que algunos consideran una clase de conspiración, o por lo menos motivos ocultos para cambiar la historia. Y parece que estos motivos para cambiar la mitología taína comenzaron con Cristóbal...

Lente Católico

Colón, las principales fuentes sobre los mitos taínos provienen de Fray Ramón Pané. Por encargo de Cristóbal Colón, investigó y escribió el primer libro por un europeo en América, titulado "Relación acerca de las antigüedades de los indios". En él, describió la gran mayoría de los mitos taínos como los conocemos hoy. Pero, ¿por qué Pané? Sabemos poco sobre él, solo que era un fraile jerónimo. Colón tenía conexiones con el monasterio de San Jerónimo de la Murtra, por lo que es probable que Pané viniera de este monasterio. ¿Cuál fue la razón para querer documentar los mitos taínos? Una simple curiosidad de Colón sobre los taínos, el deseo de más sobre nuevas civilizaciones, seguramente en parte. Pero la verdadera razón se relaciona directamente con el principal objetivo de Colón en el Nuevo Mundo: conseguir oro. Bueno, es verdad, oro. Bueno, okay, sí, bueno, el segundo objetivo de Colón en el Nuevo Mundo: la búsqueda de nuevos feligreses para el catolicismo. Colón era muchas cosas, entre ellas un ardiente católico que quería que la fe católica se esparciera por todas partes del mundo. En serio, se consideraba una herramienta de Dios, un profeta cumpliendo las profecías y llevando las buenas nuevas hasta los confines de la tierra. Y eso no fue por su propia cuenta, varios religiosos habían sido los proponentes detrás de sus viajes, y una de las razones de los Reyes Católicos para apoyar sus viajes, aparte de lo económico, claro, fue eso mismo de llevar la fe católica a otros pueblos. Por eso se les decía Reyes Católicos, y al regresar Colón de su primer viaje y contarle a todos sobre esos taínos, la iglesia reaccionó de inmediato: nuevos potenciales feligreses, nuevas almas que salvar. Así que en el segundo viaje de Colón, el fraile Ramón Pané, entre otros religiosos, lo acompañó con una misión, digamos, secreta. Estaba preparando el terreno para que los taínos pudieran convertirse al cristianismo. Pané escribió sobre los mitos taínos, viéndolos a través de un lente católico. Él estaba siempre buscando cosas en las creencias taínas que se parecieran a las católicas. Pero, ¿por qué? El libro de Pané no era solo un diario sobre la vida taína, era más bien una guía para otros misioneros sobre cómo presentar la religión católica de una manera que calara con los taínos. "Atabey, mira, es como la Virgen María, y el que ustedes llaman Yuku, nosotros lo llamamos Jesús". Bueno, ya ven, ya casi están ahí, solo atabautizarse. Pero Pané y Las Casas no estaban mintiendo ni tratando de engañar, no fue necesariamente una conspiración o motivos alternos por malicia que estuvieran cambiando y atando los mitos taínos con un lente católico. También fue para salvar la vida de los taínos.

Almas Perdidas

Muchos de los colonizadores no trataban a los taínos como iguales. Ni siquiera los veían como personas completas, los veían como criaturas sin almas, idólatras y viviendo como chivos sin ley. Cuando el Padre de las Casas escribió que los taínos creían en un Dios único y en el cielo, se lo estaba diciendo a los colonizadores y a los Reyes Católicos. Sabemos ahora que Las Casas estaba cristianizando las creencias taínas para facilitar la conversión, pero también lo dijo para que en los ojos de los colonizadores y encomenderos, las creencias de los taínos no fueran tan diferentes del cristianismo. Que los taínos eran almas perdidas que necesitaban protección y no deberían ser usados como esclavos, básicamente les estaba diciendo: "Miren, los taínos creen igual en Dios y la Virgen, solo les dan otros nombres, pero tienen una fe similar a la nuestra. Así que merecen ser tratados igual que nosotros, tienen almas como nosotros, debemos mostrarles amor cristiano". Pero basta decir que Padre Las Casas fracasó. La estructura de poder de los colonizadores, su avaricia y su deseo de conquistar y apropiarse de las tierras y el oro de los taínos eran demasiado fuertes, más fuertes que el amor cristiano. Por eso, solo 30 años después de la llegada de Colón al Nuevo Mundo, los taínos de La Española habían desaparecido.

Colonialismo Cultural

La práctica de tomar mitos de pueblos y darles un ángulo o un toque cristiano ha existido desde que los mismos misioneros comenzaron a esparcir el cristianismo, tanto católico como de otras denominaciones. En general, conocemos ese proceso como cristianización. Pero después del Concilio Vaticano II, se reconoció esta práctica de manera más formal, y se comenzó a usar el término "inculturación". Según el catecismo católico, la inculturación significa la encarnación del Evangelio en las culturas autóctonas, y al mismo tiempo, la introducción de estas culturas en la vida de la misma iglesia. Por ejemplo, festividades no cristianas como la Navidad y la Pascua fueron cristianizadas o inculturadas para facilitar la aceptación del cristianismo entre los pueblos paganos. Pero hay que mencionar que la costumbre de inculturación o cristianización es un tema controvertido y debatido tanto fuera de la Iglesia Católica como dentro. Algunos argumentan que es una forma de colonialismo cultural, de apropiarse de sus culturas y así convencerlos de convertirse. Los proponentes argumentan que es una forma de ayudar a otras culturas a entender que Dios ya está entre ellos, y que se trata más de cómo otras culturas están transformando la iglesia misma. Pero eso mismo conlleva sus propias controversias. Por ejemplo, en el 2019, figuras de la Pachamama, la diosa madre tierra de la mitología inca, que es muy similar a Atabey y Taína, se mostraron durante el Sínodo Amazónico en el Vaticano, lo que generó controversia. Algunos argumentaron que el mismo Papa estaba cometiendo idolatría. Se robaron una figura y la tiraron al río Tíber en Roma porque no hubieran inculturado una diosa pagana en ritos católicos. Pero el Papa Francisco pidió perdón a quienes se sintieron ofendidos por el robo de las imágenes amazónicas. Sea cual sea tu opinión sobre el concepto de la inculturación, el resultado para los tainos y nosotros hoy es que nos fueron transmitidos los mitos y creencias tainas de una manera un poco distorsionada y no enteramente históricamente correctos. Entonces, si los dioses tainos no tienen verdaderas similitudes con lo que generalmente entendemos por dioses, ¿cómo los debemos ver? Pues, lo primero que deberíamos hacer es quizás no usar tanto los términos "Dios" o "dioses" para describir las divinidades tainas, sino más como santos. Pero la mayoría de los antropólogos simplemente los llaman "cemíes". Y cemíes no son seres sobrenaturales que vigilan a los humanos, árbitros de la moralidad que castigan lo malo y bendicen lo bueno en el sentido cristiano. El error que hicieron los cronistas fue, bueno, eso mismo, tratar de crear paralelos entre las creencias cristianas y tainas. Pero Atabey no fue la Virgen María de los taínos, y Yucahu no fue el Jesús de los taínos. Si vamos a comparar las creencias tainas con otras religiones, probablemente sería mejor mirar hacia el hinduismo o ciertas religiones tribales africanas. En el hinduismo, hay santos para casi todo, similar a los taínos. Por ejemplo, Yucahu era el espíritu de la yuca, asegurándose de que las plantas crecieran fuertes y sanas. El mismo nombre de ese tubérculo viene del nombre del cemí "Yucahu". Yucahu fue un cemí, pero no fue una divinidad comparable a, digamos, Jesús. Quizás a Pané y Las Casas les pareció que Yucahu se parecía a Jesús porque, como el santo de la yuca, tenía importancia en todas las tribus, desde La Española hasta Cuba y Puerto Rico. Por ejemplo, su trono se decía que quedaba en el Yunque, una montaña en lo que hoy es Puerto Rico. Los cemíes fueron vistos como fuerzas caprichosas con las que los taínos tenían que lidiar diariamente, con personalidades propias que podían ser maliciosas, amables, pero a menudo simplemente unos tramposos e indeseables. Ese viento será Guabancex bailando, ese sapo brincando por ahí, eh, seguramente Atabey en camino a bañarse, y ese murciélago que casi me tumbó será Guacar, que está borracho otra vez, por ejemplo. Cuando la cemí del clima era un poco como una Karen. Se dice que las tribus siempre tenían que estar dándole comida y mantenerla feliz y contenta, pero como a veces tenía un carácter bastante fuerte, no siempre estaba contenta con lo que le estaban dando. Y cuando ella se enojaba, uf, salía de su lugar furiosa, desatando los famosos huracanes. Los huracanes, como les decimos hoy en día. Ese es otro aspecto de la mitología taína sobre el que deberíamos hablar. Los mitos taínos sí nos dicen algo muy importante sobre los taínos. Algo que Pané y otros intentaron explicar con sus adaptaciones de los mitos. El hecho de que tenían historias que intentaron explicar su existencia y enseñar moral, demuestra que los taínos no eran unos primitivos viviendo como chivos sin ley, sino personas pensadoras que intentaron, igual que cada uno de nosotros, explicar la razón de nuestra existencia.

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