El verdadero espía de Trujillo (no fue Rubirosa) | La inusual historia de Leland Rosenberg

Rafael Trujillo fue un maestro en usar a las personas para su beneficio, y muchos se dejaban usar a cambio de fortuna. Entre estos oportunistas destacaba Leland Rosenberg, un joven peculiar y enigmático.

Aunque Rosenberg es solo una nota al pie en la historia dominicana, su impacto fue significativo. Nacido en Suiza, estudió derecho y trabajó en la ONU antes de mudarse a México, donde se casó con la hija del embajador chino. Su vida social y profesional floreció, y terminó en Nueva York, donde se relacionó con importantes figuras como Lance Reventlow y Manuel Alonzo de Moya.

En Hollywood, Rosenberg se vinculó románticamente con varias actrices y fue visto frecuentemente con Rubirosa. Se convirtió en el portavoz de la pareja Rubirosa-Hutton, y después de su divorcio, pasó a trabajar con Ramfis Trujillo. Fue enviado a Londres como secretario de Ramfis y se involucró en un caso de muerte misteriosa.

En los años siguientes, Rosenberg fue asignado a Bonn, Alemania, y conoció a la princesa iraní Minu Dowlatshahi, con quien se casó. Como resultado Trujillo lo nombro embajador de la República Dominicana a Irán, fortaleciendo los lazos entre la República Dominicana e Irán. Facilitó la cooperación en inteligencia y promovió la exportación de petróleo a Santo Domingo. En 1961, Rosenberg recibió una oferta de la Unión Soviética para abrir relaciones con la República Dominicana, pero todo se desmoronó con el asesinato de Trujillo.

Rosenberg se encargó de enterrar a Trujillo en París y ayudó a transferir la fortuna de la familia Trujillo a Europa. A pesar de sus esfuerzos, la familia Trujillo se negó a pagarle una comisión prometida, lo que llevó a Rosenberg a demandarlos. Después de este episodio, su rastro se vuelve confuso, apareciendo en documentos de la ONU en 1978 y en registros de compañías en Panamá. Su vida, llena de intriga, espionaje y conexiones diplomáticas, sigue siendo un enigma.