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La flor Dominicana con EL COLOR que NO EXISTE

  • Writer: Kiskeya Life
    Kiskeya Life
  • Mar 13, 2021
  • 6 min read

La flor Dominicana con el color que no existe

No, tu pantalla no está rota. Estás viendo un solo color. Un color con una historia inusual, y sus orígenes en la isla de Quisqueya. Un color tan inusual, que en cierto sentido, no existe -- solo te lo puedes imaginar. Así es. Ahora mismo no estás viendo un color, solo te lo estás imaginando.

Bienvenido al psicodélico mundo de los colores.

-----------El Fraile

1697. En las montañas de la isla de Santo Domingo, el fraile Charles Plumier está estudiando la flora. Como la mayoría de los científicos de su tiempo, es miembro de una orden católica dedicada a estudiar la historia natural, y está completando su nueva obra Nova plantarum americanarum genera, la cual describe sus descubrimientos nuevos. 

A órdenes de Luis XIV viajó a las Antillas para estudiar las plantas de América y su potencial uso monetario y está pasando meses solamente en las montañas de Santo Domingo, dibujando y catalogando cada hoja y árbol.

Un día Plumier ve un color inusual resaltando de entre el foliaje, y al acercarse se encuentra con una flor jamás vista. Su color es de un púrpura intenso, sorprendentemente brillante. Le pone el nombre Fucsia, en honor del botánico alemán Leonhardt Fuchs.

Obviamente es incorrecto decir que Plumier descubrió la Fuchsia. Ya los Taínos la conocían, los cuales hasta sabían usarlas. La Fuchsia y sus bayas son comestibles, aunque no tienen mucho sabor. Pero son altas en vitamina C.

La Fuchsia llega a ser popular como planta ornamental por su color único, y otras variaciones fueron descubiertas subsecuentemente en otras partes de América del sur. La Fuchsia no es la única flor con esa coloración, y en general el color si se conocía, aunque era raro vero, porque por siglos nadie logró efectivamente imitar ese color en tintes.

---------------- El Químico

En 1859 fuerzas sardo-francesas ganaron una batalla decisiva contra el imperio Austriaco en las afueras de la ciudad Magenta, en lo que hoy es Italia. Fue un paso decisivo hacia la derrota del imperio Austriaco. La victoria fue celebrada grandemente en París, y por días nadie hablaba de otra cosa. 

Alrededor de este tiempo, el químico Francois-Emmanuel Verguin estaba experimentando con nuevos tintes. Mezclando azul con rojo y blanco, Verguin descubrió un nuevo color.

No es que no se haya visto antes, pero ese matiz no existía en forma de tinte, solo en la naturaleza, en una planta de la isla de Santo Domingo. Así que Veguin le puso el nombre de la planta a este nuevo color: Fuchsia. Las Fuchsias no son las únicas flores con colores así, pero son las primeras descubiertas.

Verguin patentó el descubrimiento, y trató de industrializarlo, para crear tintes para textiles y pinturas. Pero por enfermedad y falta de dinero decidió vender la patente por 100,000 francos a los hermanos industrialistas Renards. Ellos comercializaron el producto bajo un nombre que estuviese más a la moda -- le pusieron el nombre Magenta, en referencia a la patriótica batalla de Magenta.

El color llegó a ser conocido como Magenta, y llegó a ser muy popular. Pronto otros copian el color, ignorando la patente, y comercializan el producto bajo la marca Fuchsia. Es una pelea de marcas con productos similares, similar a la pelea entre Coca -Cola y Pepsi Cola.

Gracias a esta pelea de marcas, hoy este color es conocido tanto como Magenta y también como Fuchsia, dependiendo el idioma y país. En español, por ejemplo, se diferencia entre la planta y el color por medio de la ortografía. En general es el mismo producto, con ligeras variaciones, nuevamente así como Coca-Cola y Pepsi.

Es irónico pues que ese color realmente no se puede ver -- sólo lo podemos imaginar.

-------------------- Espectro

Los arcoiris nos muestran el espectro de los colores visuales. Todos los colores que podemos ver están ahí. Pero falta algo: el fucsia -- solo hay un poco de púrpura, y después de ahí…. nada. ¿Qué está pasando?

Desafortunadamente, el ser humano solamente puede ver tres colores: el verde, el azul y el rojo. Eso es gracias a que nuestros ojos tienen conos, células fotosensibles que se encuentran situadas en la retina, que pueden detectar las diferentes ondas electromagnéticas de la luz. Los humanos tenemos tres clases de conos: los que detectan las ondas cortas, la luz azul, las medianas, la luz verde, y uno las largas, la luz roja. Si ves algo azul, los conos azules se activan y mandan señales al cerebro que ven azul. Si ves algo verde, los conos que registran verde se activan.

Ahora, como seguramente te has dado cuenta, podemos ver muchísimos otros colores en el espectro, aparte de verde, rojo y azul. Eso es porque los tres conos son suficientes para ver todos los colores del espectro visible -- simplemente mezclan las señales. Si ves algo amarillo por ejemplo, entonces los conos verdes y rojos se activan, ya que el amarillo queda entre verde y rojo. Así va con todos los otros colores en el espectro, los conos mezclan las señales.

Pero como vimos, el fucsia no está en el espectro de colores primarios. Por eso se dice que es un color no espectral.

Entonces cuando vemos un objeto de ese color, como la flor Fuchsia, ¿qué estamos viendo? En nuestros ojos los conos rojos y azules se activan, pero ¿qué queda entre rojo y azul? El verde. Es decir, por lógica deberíamos ver el verde. Pero en vez de eso vemos este Fucsia, que es el completo opuesto del verde. 

Pero Fucsia no es una mezcla entre azul y rojo? Pues, cuando mezclamos el rojo con el azul, lo que obtenemos es el púrpura. Eso ya parece más en la dirección de lo que es el Fucsia, pero no completamente. De ahí podemos ver que ese color no es tan fácil de crear, por lo cual no sorprende que apenas hace unos 150 años que existe como tinte.

Entonces, si ese color es tan difícil de crear, y no existe en el espectro visible a nuestros ojos… ¿por qué entonces sí lo podemos ver? La respuesta es que solo pensamos que lo podemos ver. El cerebro recibe mensajes de los conos rojos y azules que no tienen sentido: sabe que debería estar viendo el verde, pero no lo logra y lo rellena con ese color. Aunque suena raro decirlo, ese color es imaginario para los humanos. El cerebro se lo inventa por falta de verde. 

Normalmente ver colores que no deberían ser visibles es causado bajo la influencia de ciertos medicamentos, como alucinógenos -- drogas. Es decir, cuando vemos ese color, el cerebro se comporta como si estuviera... drogado.

Todos lo vemos de esta forma similar, aunque es posible que sea con variaciones. Si recuerdan el meme que circuló hace unos años del traje azul, esa imagen ejemplifica bien que no todos vemos los colores exactamente igual. Los colores son subjetivos, no como formas, algo que se pueden cuantificar con más facilidad. Hasta hay personas que ven los colores mucho más saturados que otros, y hay gente que ni pueden ver colores.

Entonces, el hecho de que esa flor tenga ese color -- para el humano, imaginario -- es fascinante… ¿pero por qué lo tiene así? ¿De qué le sirve a la Fuchsia tener un color que no existe en el espectro de colores primarios visibles? La respuesta la encontramos en la isla de Quisqueya.

--------------------------- No espectral

Dijimos que el color Fucsia no existe en el espectro de colores primarios visible… para el humano.

El humano tiene tres conos para los tres colores primarios, pero las aves tienen cuatro conos, lo que les da el, bueno: ‘’superpoder’’, de ver más colores que nosotros, en particular del espectro ultravioleta.

Así que, si ellas ven más colores que nosotros, ¿cómo ven el mundo? No sabemos, porque no podemos ver lo que ellas ven. Pero quizás es más o menos así.

Ven colores más brillantes que nosotros, y además ven colores que no podemos ver. Así que si un ave nos parece regular o sin muchos colores, es probable que otras aves realmente la vean así.

También las abejas ven más colores que nosotros, lo que explica por qué las flores tienen colores: es para atraer abejas y aves. Las flores dependen de estos animales para propagarse, así que ese mar de colores es casi una lucha de popularidad.

Un estudio reciente descubrió que en particular los colibríes se sienten atraídos a colores no espectrales, más que a colores espectrales. ¿Y cual flor tiene un color no espectral? La Fucsia.

Así que el diseño de la Fucsia permite que pueda ganar esta lucha de popularidad. Aunque nosotros no podemos ver el color real de la flor, solo la aproximación que nuestro cerebro se inventa, los colibríes sí lo pueden ver. 

Es algo muy hermoso, y a la misma vez, bien raro...

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